La arquitectura está a mitad de camino, entre el arte y la ciencia (tecnología). Surge de una necesidad, de una problemática que insta a un cambio. No es un acontecimiento utópico, sino que se vincula al lugar entendido como soporte y como parte activa que determina las relaciones entre las cosas.
La arquitectura nació por una necesidad de control de la naturaleza, aunque con el tiempo esta idea fue cuestionada y replanteada, ya que se empezó a dejar de lado la naturaleza en su totalidad y se justificaba cualquier tipo de deforestación (o símil) con tal de construir. Podría decirse que se destruyó para construir. En lo personal, creo que lo mejor es el acople a la naturaleza por parte de la arquitectura, como podemos ver en «La Casa sobre el Arroyo» de Amancio Williams y Delfina Gálvez.
Alguno de mis compañeros escribió que “la arquitectura engloba todo”, pero se cuestiona que sea así. Planteamos que no engloba todo, pero si que engloba muchísimo, por ejemplo, geografía, matemática, arte, física, climatología, etc.
También surgió el debate de si la arquitectura es un fenómeno social o si es una práctica individual, donde lo que importa es reflejar la personalidad del arquitecto. Partiendo de la base, de que cuando hay una obra, existe un usuario final, debemos escucharlo y respetar sus necesidades, también se debe tener en cuenta que la arquitectura afectará a todo aquel que la vea. La arquitectura interpela a todos y cada uno de nosotros, puesto que pasamos más del 80% de nuestras vidas en estos espacios.
Vitruvio dice que sin construcción no hay arquitectura porque “arquitectura es el arte de construir”. Lo cual en su época era válido. Planteamos que la arquitectura tiene una intención, busca transmitir algo y tiene una utilidad o un fin. Pero no porque no sea “bonito” deja de ser arquitectura.
En mi opinión, donde el arquitecto interviene con sus ideas, proyectos y/o construcciones comienza la arquitectura, hay obras mas complejas y otras más simples. También tiene que ver con que se adecuan a las necesidades de sus usuarios y demás limitaciones, son pocas (por no decir inexistentes) las veces que se puede tener libertad absoluta sobre un proyecto.
***Arquitectura como técnica: la técnica no es una manera de ver el mundo, sino que es una manera de hacerlo. Así, la técnica define la humanidad, con la cual tratamos de dominar el medio originario (la naturaleza), define el modo en que habitamos. La arquitectura es una obra colectiva.